Simplemente me encanta! Hay tantos, tan
variados y tan coloridos que tardé horas en escoger el que actualmente se
extiende al final de mi cama.
El “kilim” es una alfombra tejida
y tramada. La palabra kilim
significa “que no mezcla colores” por ello a este tipo de alfombras se les
aplica una técnica que obliga al remate del tejido antes de los cambios de
color. Cada vez que éstos cambian, se
forma una nueva tira en la alfombra. En los ejempleres más antiguos se
perciben efectos casi de filigrana. Se diferencia de la alfombra en que no
tiene pelo lo que hace que su espesor sea menor al de la alfombra. Los materiales utilizados dependen de la region de
la que provienen: lana, algodón o pelo de cabra, los cuáles permiten la aplicación de
tonos vistosos, generalmente azul o granate. Suele evitarse el verde ya que se
corresponde al color del Profeta.
Encontramos varios tipos de kilims: turcos, persas,
egipcios y afganos.
Espero que seais capaces de apreciar su belleza tanto como yo! Y no dudéis en haceros con uno si queréis dar color o un toque exótico a vuestro hogar.
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